lunes, 2 de agosto de 2010

La Cuarentena

Al fin, como quien no quiere la cosa, entramos en la semana. La semana que tanto tardó en llegar, esa en la que pensamos tantas veces desde hace otras larguísimas, y siempre imaginando cómo se vería Vélez en el debut. En el medio, nos alegramos al saber que sería en Liniers contra Independiente, en el plantel se fueron muchos, llegaron pocos, se ganaron amistosos que, aunque no quisiéramos, invitaron a ilusionarse pensando en los porotos. Podríamos aventurarnos a decir que, interna o exteriormente, no hubo hincha de fútbol que no clamara por el regreso a fines de semana como el que se viene. Ni un Mundial puede cambiar eso. Y yo, particularmente, soy de los que prefieren sin dudar festejar un campeonato con mi equipo que un Mundial con la Selección. Una confesión para que se despachen los patriotas.
 
Y ya que nos metimos en lo personal, se los tengo que decir. Este blog va a cambiar. No para siempre, sino por un largo mes. Poco menos de 40 días en el que estaré de vacaciones muy lejos -si los muchachos de Barajas no me ven cara de lavacopas, claro-, intentando seguir a Vélez a la distancia. Sin tele, tratando de sintonizar alguna radio desde una conexión a internet que no sé a ciencia cierta si tendré. Más allá de la alegría por hacer un viaje tan interesante, por el lado del fútbol no va a ser fácil: debo confesar que he llegado a soñarme sabiendo que Vélez juega y no puedo seguirlo en mis peores pesadillas.
 
Ya armé una red para que me cuenten todo lo posible durante los partidos por mensajes de texto, pero soy conciente de que deberé recurrir a tardías crónicas escritas para ponerme al tanto en profundidad. Y seguramente, si bien pienso hacer todo para estar informada, me voy a saltear más de una entrega entre los cinco partidos locales y la ida del arranque de la Sudamericana. Al principio pensé en presentarles a un colega para que él lleve adelante este blog, pero en principio prefiero que siga escrito por alguien que siente al Fortín. Y así que, estimados comentadores, en este tiempo en que mi visión va a ser siempre incompleta, me voy a permitir pedirles que me ustedes me cuenten su verdad a mí. Comenten a sus anchas, pese a que alguna vez falte el post disparador. Entre todo lo que me digan, tal vez pueda llegar a hacerme una mejor idea de lo que pasa con Vélez a tantos kilómetros.
 
Tendré que confiar ciegamente en las comunicaciones y en la tecnología. Y en los ojos de otros. Más que nunca, este blog es de ustedes. Eso sí, cada vez que sea posible, se los pediré prestado un rato.

Por Marisa Pontieri (TyC Sports).

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